UNA ESPECIAL VISITA

Llegamos y en el ambiente había un mal olor, de las plantas procesadoras de agua que están alrededor del recinto... de partida el olor me hizo presagiar a lo que iba. Nos pidieron el carnet y entramos a la cárcel. El objetivo era conocer a los 14 internos que integran el Centro Terapeútico de la Cárcel de Acha, hicimos varias dinámicas para conocernos y entrar en confianza y luego nos dividimos en dos grupos. A mi me toco estar en el grupo de Isacc "alias el pistola". El lleva alrededor de 7 meses en el centro y tuvo la valentía de contarnos su historia. Mientras lo escuchaba me embargaban tres sentimientos: pena, alegría e incertidumbre. Pena porque sufrió mucho, hasta el punto de querer enajenarse de este mundo, alegría porque está saliendo adelante y sabe que con voluntad puede lograrlo e incertidumbre porque mientras lo escuchaba pensaba si como sociedad somos capaces de darle una oportunidad a estos jóvenes que se cayeron y poco a poco se están levantando. Arriba, vamos que se puede!! querían escuchar.Su voz interna se lo dice todos los días pero sentí que en ese momento mientras haciamos un círculo y un espacio de conversaciones querían escucharlo.
Estuvimos casi tres horas escuchando y compartiendo experiencias. Luego los chiquillos cantaron y nos ofrecieron una convivencia de despedida.
De algunos nombres me acuerdo, Isacc, Jorge el Riggeo.... Lo que recuerdo bien son su caras, con ojos de arrepentimiento, porvenir y agradecimiento
Salí de la cárcel y estaba el mismo mal olor...sin embargo ya no sentía el mal presagio de un comienzo, al contrario sali contenta de haber compartido con estos jóvenes que ya vislumbran un futuro por delante.